Samsara - karma
- Oscar Jophiel
- 27 jul 2017
- 2 Min. de lectura

Para reencarnar como humano se sigue todo un proceso. Podemos descubrir este proceso en la Rueda del Samsara. La raíz de todo este proceso es la ignorancia, el 1er vínculo que nos hace realizar acciones positivas o negativas, que a su vez crean formaciones kármicas (2do vínculo) que se imprimen o archivan en nuestra conciencia (el 3er vínculo). En el estado humano realizamos acciones positivas o negativas que crean karma positivo o negativo, dejando una impresión del mismo en nuestra conciencia que nos dará un resultado de felicidad o sufrimiento en el futuro. Generando así un fuerte deseo (8vo vínculo) de reencarnar como humano. El resultado del karma (causa y efecto) es el de reencarnar como humano, es el deseo de experimentar. Una vez generado este 8vo vínculo del deseo y por la impresión que tenemos en la conciencia (3er vínculo), ésta se hace cada vez más fuerte y se genera así el 9no vínculo que es el deseo de aferrarse (aferramiento). Después y por la acción de este vínculo, tenemos que experimentar el siguiente, el 10mo vínculo del devenir, el cual nos lleva al siguiente que es el de reencarnar (11vo vínculo) y desde el momento que esto ocurre se genera el 4to vínculo que es el del nombre y la forma, que empieza a actuar desde el momento de la concepción. Inmediatamente después viene el 5to vínculo que es el de los órganos de los sentidos (las facultades sensitivas) y a continuación se manifiesta el 6to vínculo que es el del contacto (es la relación entre: los objetos de los sentidos, el objeto de los sentidos y la conciencia que se obtiene de ese contacto, siendo el contacto la experiencia resultante). Luego, el contacto conduce al 7mo vínculo, el de las sensaciones (agrado, desagrado, indiferencia). Y finalmente, el 12vo vínculo, el de la vejez y la muerte, que actúa desde el mismo momento de la concepción. Este es el modo en que funciona esta Rueda del Samsara con sus 12 vínculos interdependientes. Es posible resumir los 12 vínculos interdependientes en 3 ilusiones, que generan actitudes mentales negativas: la ignorancia, el apego y el enojo. De estos 3 venenos surge todo el proceso de los 12 vínculos (a modo de cordones, ataduras). “Todas las personas procedemos de la misma fuente y regresamos a esa misma fuente. Todos hemos de aprender a amar y a ser amados incondicionalmente. Todas las penurias que se sufren en la vida, todas las tribulaciones y pesadillas, todas las cosas que podríamos considerar castigos de Dios, son en realidad regalos. Son la oportunidad para crecer, que es la única finalidad de la vida” (Elizabeth Kubler-Ross).
El Angel de la Claridad por Juan Angel Moliterni
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